Es una bendición y un gran privilegio como Iglesia local, poder comenzar una nueva serie de estudios expositivos basados en la carta de 1 Timoteo o también conocida como «carta pastoral», por los consejos eminentemente pastorales que el apóstol Pablo le da a su amado compañero Timoteo. Es mi tarea en esta oportunidad, dar una introducción y un panorama sobre esta epístola de gran valor e importancia para la Iglesia del Señor en nuestros días.
Artículos
Dios Vengador, Dios Restaurador
Al finalizar el libro del profeta Joel, nos encontramos que la profecía tiene un final feliz. Dios en su soberana voluntad y perfecta justicia redime a su pueblo de la mano de sus enemigos. En Joel 9 al 21 el SEÑOR no está jugando y está listo para ejecutar Su venganza y castigo contra los enemigos. La justa retribución es la base del castigo divino sobre las naciones, una guerra DIOS librará a favor de Israel. Muchos comentaristas y eruditos de la biblia tienen diferentes perspectivas sobre los acontecimientos del capítulo tres, porque guardan mucha semejanza con la batalla de Armagedón que se librará al final de la historia. (Ap. 16:16).
Del lado correcto en el juicio
En algún momento tuve la oportunidad de visitar Costa Rica, donde entre otras cosas pude recorrer calles y sitios históricos de la ciudad de San José, capital de ese hermoso País. El muy emblemático tribunal de Justicia del país está ubicado en el centro de la ciudad, siendo una estructura llamativa y de mucho colorido, de manera que se hace muy tentador ingresar al recinto, cosa que pude hacer con las recomendaciones y cuidados correspondientes.
El Derramamiento del Espíritu Santo
“Cuando Dios creó a los seres humanos no creó simplemente estatuas inertes, como un artista que solo hace que arcilla o la piedra cambia de forma. Cuando Dios terminó de formar la figura hecha del polvo de la tierra, se inclinó para soplar en su nariz para que el ser humano fuera un ruah viviente (Génesis 2:7; 1 Corintios 15:45). Dios respiró su propia vida hacia dentro del ser humano. Este es uno de los grandes misterios, la vida misma.”
Una realidad inevitable, pero una esperanza viva
Hace algún tiempo le hacía una encuesta a un grupo de personas, donde hacía sólo una pregunta: ¿A qué le tienes miedo? Algunos pocos me respondieron tenerle miedo a ciertas especies de animales, otros a lugares cerrados y oscuros. Sin embargo, la respuesta que predominó en mi encuesta fue el «miedo a la muerte». Para la mayoría de las personas el tema de la muerte es un asunto del cual no quieren hablar. Por tal razón, es mi tarea llamar tu atención en este tema que la mayoría prefieren evitar, al mismo tiempo tratar de ayudarte y llevarte a buscar una solución al problema que la mayoría de las personas ignora tener. Me refiero a la certeza de la muerte y el juicio al que todos compareceremos algún día en la presencia de Dios.
El Señor ama lo que restaura
Mucho hemos aprendido hasta ahora de la profecía dada al pueblo de Judá por boca de Joel. En el texto revisado anteriormente (Joel 2:12-17) vimos al profeta hacer un urgente y elocuente llamado al pueblo para que se arrepintieran y buscaran al Señor de todo corazón, buscando la forma de que se alejaran de su evidente condición de pecado. La profecía da un giro en la porción de hoy (Joel 2:18-27), en la cual se muestra al Señor amoroso intercediendo, perdonando y restaurando lo que le pertenece; resaltando desde el inicio del texto, su poder soberano para hacer lo necesario por recuperar y restaurar lo que le pertenece.
Moldeando el corazón de tu hijo
Desde que inició la pandemia por coronavirus (COVID-19) ha provocado una crisis sin precedentes en todos los ámbitos. En muchos hogares cristianos y no cristianos el estilo de vida ha sufrido cambios positivos o negativos. El trabajo, la relación social y la educación de los hijos han sido tocados de sobremanera, poniendo a muchos padres en apuros. Los niños dentro del hogar se convierten en un verdadero desafío.
CONVERTIDOS AL SEÑOR DE TODO CORAZÓN
A través de los siglos, a pesar de la depravación del hombre, Dios se ha mostrado con la humanidad misericordioso, clemente y compasivo. Utilizando incluso, las catástrofes, enfermedades y calamidades en la vida, para atraer nuestra atención. En Joel, vemos cómo Dios usa una plaga de langostas para atraer la atención de su pueblo; y luego le promete bendecir y sanar su tierra, si se arrepienten de sus pecados. Este ha sido el deseo de Dios desde el principio. Por esa razón, desde el AT, hasta nuestros días, su mensaje no ha variado y por ello manda a todos los hombres a:
Dios ha hablado
Esta semana el mundo se conmovió ante la noticia del derrumbamiento en horas de la madrugada de un edificio de unos 100 apartamentos habitados por aproximadamente 150 personas. Con muy pocos sobrevivientes, y muchas personas desaparecidas, y pocas esperanzas de rescate, nos sumergimos en una atmósfera de incertidumbre y en algunos casos de cuestionamiento o incredulidad por saber y conocer los preceptos y formas de actuar de Dios en casos como este y otros similares.
El día del Señor
El capítulo 1, la voz del profeta Joel anuncia la invasión de un ejército de langostas (verso 4), la destrucción que ellas van ocasionalmente al pueblo era momento de volverse a Dios. Pero este llamado solitario del profeta clamando a Dios, no sería escuchado por los líderes y el pueblo. Una voz solitaria se alza en el medio del pueblo, siempre ha sido una señal de esperanza en la historia de la salvación.
Alegría que prevalece
Recuerdo de manera fresca el momento en que fuí llamado por una enfermera de manera agitada para asistir a mi pequeño hijo en el quirófano después de haber salido de su operación testicular. El niño aún con trazas de anestesia en su cuerpo reaccionaba de manera agresiva y descontrolada, hasta el punto de desprenderse de todas las vías que se colocan normalmente después de una intervención de este tipo.
UN LLAMADO AL ARREPENTIMIENTO
Desde el principio, cuando el hombre cayó en pecado, Dios ha buscado la forma y los medios posibles para que el ser humano se arrepienta de su pecado, y se vuelva de sus malos caminos al Señor. Leemos en toda la escritura, que Dios se ha comunicado con el hombre de distintas maneras con el propósito de que éste responda en arrepentimiento. Tanto así que envió a su propio Hijo, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, para cumplir con la tarea de ser el mediador entre Dios y los hombres. (1 Timoteo 2:5).