Si no has leído la primera parte de este artículo, te invitamos a leerlo Discípulos a tiempo completo (Parte 1).
Cristo también habló de la recompensa que recibirían sus seguidores desligándose de beneficios materiales; para lo cual habla de las recompensas a ser recibidas, las cuales serán, según las propias palabras de Jesús: “cien veces más” que lo sacrificado por el servicio y seguimiento, no apuntando con esto solo a la valoración de los beneficios temporales que muchos fervientes seguidores de Jesús ni siquiera logran recibir en su transitar terrenal; sino a los beneficios celestiales que gozan y gozarán aquellos que permanezcan fieles aun en lo poco; donde agrega que aquellos que teniendo muy poco y aun así permanecen apegados y firmes al Señor, Dios le pondrá en mucho, recibiéndoles en el seno gozoso del Señor con la esperanza plena de ser abrazados por nuestro Salvador.
La posición que Dios nos ha dado
En nuestro peregrinar también nos gozamos y nos anima el ser reconocidos por Dios como: “sacerdocio real”, “nación Santa”, “pueblo adquirido por Dios” para mostrar y anunciar las virtudes de aquel Señor y Dios que nos ha llamado de las tinieblas a la luz admirable 1 Pedro 2:9; siendo este gentilicio bíblico una palabra que nos anima a valorar la posición en la que Dios nos ha colocado actualmente, en la cual gozamos de muchos beneficios desde el mismo momento en que reconocemos nuestra condición pecadora y nos arrepentimos acudiendo en fe al Señor.
“De cierto os digo que no hay nadie que haya dejado casa, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por causa de mí y del evangelio, que no reciba cien veces más ahora en este tiempo: casas, hermanos, hermanas, madres, hijos y tierras, aunque con persecuciones, y en el siglo venidero la vida eterna”.
Marcos 8:29-30
El enfoque egoísta de seguir a Jesús
En la humanidad y después del pecado se ha evidenciado que siempre se busca o sigue a alguien para la obtención de algún beneficio. Hemos mencionado que existen costos y beneficios en el marco del discipulado de Jesús; sin embargo, mucha gente se acerca a Jesús con un enfoque netamente egoísta; donde el costo o sacrificio es nulo; y la ganancia buscada es mucha.
El Señor reprendió a multitudes que comenzaron a buscarle después de realizados las muy conocidas alimentaciones milagrosas de los panes y peces, y las tantas sanaciones sobrenaturales que colocaban al Señor como beneficio para los muchos que pretendían saciar necesidades sin mayores sacrificios.
Para estas personas, la necesidad más importante era la de ellos, luego la de ellos y siempre la de ellos; mostrando de ese modo, corazones con disposiciones egoístas y contrarias a la bondad, piedad y misericordia del Señor.
En algún momento el Señor tuvo también el muy conocido encuentro con el “joven rico”, quien se mostró con un grado de arrogancia tal; que se colocó al margen de Dios, en un nivel de equilibro, igualdad; donde no existía ninguna cosa basada en la “Ley” que según él no hubiese cumplido para ser “aceptado” dentro de las filas del Señor.
Todo cambió cuando el Señor fue al centro del asunto; e indagó en lo profundo del corazón de este joven, yendo a donde estaban escondidas las expectativas y deseos que este hombre, quien según lo mostrado al final no buscaba sino seguir llenando su “vitrina” de “títulos” y “trofeos” ganados o más bien comprados por su estatus y posición en aquella sociedad.
El enfoque del verdadero discípulo
En la actualidad y con la crisis presente; se generan muchas emociones. Pudieran muchos estar acercándose a Jesús con las mismas erradas expectativas; desconociendo la naturaleza espiritual y poderosa de Dios, quien discierne y desnuda cada pensamiento y comportamiento de ser humano alguno.
Dios quiere transformar en este tiempo esas expectativas erradas de búsqueda así como lo hizo con sus verdaderos discípulos, quienes en la medida que se acercaron y fueron conociendo muy de cerca a aquel que no le podían esconder nada, ni tampoco usar ninguna clase de coacción para ganar el favor; cedieron a sus pretensiones cayendo rendidos y a disposición de su maestro; para iniciar desde ese punto la tarea que sería encomendada desde la misión y visión del Señor.
Es tiempo de revisar y reflexionar lo que significa ser un discípulo de Jesús a TIEMPO COMPLETO, sabiendo que la escritura y especialmente los evangelios muestran rasgos, condiciones, motivaciones, costos, beneficios, para los discípulos que caminaron con Jesús y escribieron con el fin de aconsejar acerca de lo que ellos vivieron y recibieron.
Cada evangelio lo hace desde la propia óptica del autor; y para contextos específicos con el fin de resolver, animar y guiar a las generaciones de discípulos futuras. Dios permita entonces a partir de este ensayo contar con un panorama bíblico y cercano al concepto original de los discípulos en tiempos de Jesús, y que sirve de ayuda para cualquier época, lugar y circunstancia.
Por Ps. Róbinson Moreno