Leer: Joel 1:13-20
Desde el principio, cuando el hombre cayó en pecado, Dios ha buscado la forma y los medios posibles para que el ser humano se arrepienta de su pecado, y se vuelva de sus malos caminos al Señor. Leemos en toda la escritura, que Dios se ha comunicado con el hombre de distintas maneras con el propósito de que éste responda en arrepentimiento. Tanto así que envió a su propio Hijo, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, para cumplir con la tarea de ser el mediador entre Dios y los hombres. (1 Timoteo 2:5).
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