Escrito por Jorge Boscan

25 de septiembre de 2021

Leer 1 Corintios 15:58

Introducción

Hace casi un año en medio de la preparación de una conferencia para la convención anual de las iglesias de la ASIGEO, consulte con varios pastores acerca de ¿Qué reflexiones estaba dejando la pandemia en medio de su atención pastoral?, la respuesta de uno de ellos, fue llamativa pero muy real, expresando según su parecer la forma en que la muerte había irrumpido violentamente terminando con la vida de muchas personas en poco tiempo.

Pablo usa su pluma al final de la carta a los Corintios, después de usar un extenso argumento en la primera carta, preparando una “nota final”, para dejar en la mente y corazón de la audiencia palabras que sirvieran de ánimo para continuar la carrera cristiana, donde la vana sabiduría, desunión, desánimo, contienda, rebeldía y acepción de personas, debían ser sustituidas por el valor del mensaje de Cristo y de su Cruz.

Nota final que esta bañada de gracia y amor, revelado por Pablo desde los inicios de la iglesia. “Hermanos míos, Amados”

  1. No era el mejor lugar, ni la mejor gente donde iniciar un proyecto de fundación en su primer viaje misionero. Muchas dificultades humanamente hablando reinaban en un lugar donde la sabiduría y el éxito eran parte de la vida y cultura de una populosa y próspera ciudad, sin embargo, el amor de Dios en Pablo seguía ardiendo en su corazón por atender a la iglesia en medio de las peores condiciones.
  2. La frase “Hermanos míos AMADOS”, hablan del valor que tenía la iglesia de los Corintios para Pablo y por supuesto para Dios, quienes siempre mostraban mayor amor en medio de la mayor necesidad
  3. El tiempo ni las propias dificultades de la iglesia, habían hecho menguar el amor tierno de Pablo, el cual dejó de lado sus propias capacidades para mostrar a Cristo y su Cruz como centro de su sabiduría, recordando el llamado de Cristo hacia la Iglesia de Éfeso en Apocalipsis 2:4.

Pero tengo contra ti que has dejado tu primer amor.”

Una nota final que se centra en la perseverancia, constancia y firmeza en la fe de Cristo. “Estad firmes y constantes”.

  1. La resurrección de Cristo era parte fundamental de la teología escatológica de Pablo, esperanza de la que se toma Pablo para animar a la iglesia del Señor.
  2. Permanencia, continuidad, y crecimiento constante son reflejos de un entendimiento espiritual del cristianismo.
  3. Mucha gente dice profesar a Cristo en la actualidad y en medio de la necesidad actual, pero muy pocas están reflejando a Cristo y su Cruz. La aflicción y debilidad son medios poderosos para la perfección.

Una nota final que impulsa y anima al crecimiento en el Señor. “Creciendo en la obra del Señor siempre…el trabajo en el Señor no es en vano”.

  1. La retórica, sabiduría excelsa, relaciones con intereses y división eran parte central de la cultura que rodeaba a la iglesia de Corintios, mucho éxito y crecimiento se anhelaba en aquella ciudad, pero nada tenía que ver con crecimiento en el Señor.
  2. Obra y trabajo del Señor, que en nuestros días está siendo en muchos casos, reemplazados por intereses propios. (Un virus letal se está esparciendo en el seno de la iglesia y no es el covid, poquísimos soldados con los que contar…una frase común: “Estoy muy ocupado hermano”. “Ocupaos de vuestra salvación con temor y temblor”
  3. Una nota que recuerda nuestra naturaleza de ataque y avance, a pesar de lo que ocurra alrededor. NO pensando en cuanto o que ganaré, sino en el maravilloso privilegio de ser parte del ejercito ministerial del Señor, estamos llamados a ser de los que están en primera línea. (Recordar a los médicos que luchan en la línea frontal, allí están sin ser vistos muchas veces por nadie, pero siendo fieles a su llamado.

Mucho es lo que vemos y sacamos de una nota final como la que Pablo describe en este versículo corto, pero con mucho significado. Al pensar en el aniversario de la Iglesia Bíblica Metropolitana no podemos ni debemos olvidar el mensaje que Pablo con categoría dejó a la Iglesia de los Corintios, después de exhortarlos, corregirlos y animarlos a través de una carta cargada de teología de amor y justicia, dejando en primer lugar sentada las bases de una doctrina que partiendo del amor, era capaz de corregir con toda la determinación y fuerza que ameritaba. Hoy necesitamos seguir con el ánimo en alto, pensando en lo que nos resta por recorrer, y en la esperanza que tenemos en Cristo, en su muerte y resurrección como elementos fundamentales para seguir cada día con la firme e inconmovible fe que en Cristo nos avivan y animan a diario.


Por Pr. Róbinson Moreno

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