En la historia de la creación del hombre, Dios ha comunicado Su palabra en todo lugar, tiempo y espacio (He 1:1). También vemos que Dios se comunica con su pueblo a través de hombres llamados profetas que son utilizados como instrumentos para recordar su pacto, pero también recordando el castigo por el rompimiento de la ley.
Ahora, ¿Qué sucede cuando la gente qué debía cumplir las estipulaciones del tratado o pacto, no cumplía? La respuesta es obvia. Dios entra en juicio contra ellos y Él, por así decirlo, hace una demanda contra su propio pueblo. Por lo cual, hay un escenario parecido a los tribunales de hoy. El tribunal hace una citación solicitando la presencia del acusado, el defensor y el fiscal.
Los profetas del Antiguo Testamento
¿Quiénes fueron los fiscales en el pueblo de Israel? Es algo que muchos de nosotros no logramos reconocer con facilidad, pero gran parte del Antiguo Testamento está dedicada a una función particular, la función de fiscal, el que acusa, los mensajeros de Dios, hacían una demanda contra el pueblo de Dios, por violar los términos del pacto.
En el Antiguo Testamento se conocía como profetas. La función del profeta, si pensamos que su tarea principal era hacer promesas futuras, predicciones de lo que Dios dice que sucedería en el futuro y las bendiciones prometidas al cumplimiento del pacto. Si se piensa que los profetas sólo predecían sucesos futuros, se deja de ver su función principal, que era hablar en nombre de Dios a sus propios contemporáneos.
En la biblia se hace una distinción entre un grupo de profetas, los cuales se dividen entre profetas mayores y profetas menores. Entre los profetas menores tenemos al Joel.
Joel, profeta de juicio y de gracia.
El libro del profeta Joel lleva su nombre, cuyo significado es literalmente “Jehová es Dios”. Nada se sabe de este profeta ni las circunstancias que rodearon su vida. Vivió en Judá y profetizó en Jerusalén.
“Joel… fue probablemente el primero de los llamados profetas escritores; por eso, este libro ofrece una panorámica valiosa de la historia de la profecía, particularmente porque elabora un marco para los últimos días, al cual prosiguen todas las Escrituras subsecuentes. Con el escrito de Joel Dios comenzó una nueva obra, la de preparar a la raza humana para el fin de esta era temporal, y de esta manera nos ha dado un bosquejo de todo Su plan. Los profetas que siguieron, incluyendo a nuestro Señor, sólo ampliaban este bosquejo, pero conservando la naturaleza divina de la verdadera Escritura, nunca tuvieron necesidad de desviarse de ésta, la revelación inicial.”
Montague S. Mills
En cuanto al contexto que se escribió el libro del Joel y trasfondo fue una época de grandes conmociones para toda la tierra de Judá. Una enorme plaga había consumido completamente la vegetación de los campos, por lo que no había pasto para las ovejas y el ganado, ni tampoco había follaje en los árboles. Lo que había sido la tierra verde y floreciente se había convertido en una desolación y destrucción.
Joel hace una descripción que la plaga de langosta era la mayor que se había visto desde entonces. Todas las cosechas se habían perdido, incluso las semillas que se habían sembrado para la próxima cosecha. Había hambre y sequía en todo el país. Todos morían gente y animales. Para Joel, significaba el juicio de Dios.
Contenido de la profecía de Joel
La profecía de Joel es corta, pero eso no le resta belleza e interés. Se puede dividir en dos partes:
- La primera parte (1:1-2:17), trata del presente juicio de Dios, contiene a un llamado de arrepentimiento y una promesa de restauración.
En el sermón de Moisés al pueblo advirtió las terribles calamidades por su desobediencia (Dt 28:38-46):
“Sacarás mucha semillas al campo, y recogerás poco, porque la langosta lo consumirá.Plantarás viñas y labrarás, pero no beberás vino, ni recogerás uvas, porque el gusano se la comerá”
Deuteronomio 28:38-39
El profeta Joel cree ese día ha llegado, y describe los horribles insectos en un lenguaje profético, cargado de poesía.
- La segunda parte (2:18-3:21) nos presenta la misericordia del Dios, a pesar de lo haber visto la horrible devastación que hicieron las langostas, sucederá que vendrá el derramamiento del Espíritu de Dios, una predicción al futuro con la llegada del Mesías. Para luego venir el juicio divino a todas las naciones de la tierra ( He 9:27)
Esto constituirá el preludio de la devastación y el juicio del Día del Señor, este será un tiempo cuando todos los creyentes experimentarán la presencia del Espíritu de Dios prometido por nuestro Señor Jesús ante de partir al padre (Jn 16:7; Hch 1:8)
Conclusión
El profeta Joel predice lo que el Señor hará con su pueblo Judá al no escuchar el mensaje y volverse de sus malos caminos. Hacer un acto de contrición y arrepentimiento sincero nos permitirá que Dios muestre su misericordia a un pecador arrepentido.
Podemos comparar la profecía de Joel en los tiempos que vivimos, pues tenemos el privilegio de saber que tenemos a un salvador de nuestras vidas, sino que también llevar el mensaje de salvación a otros que se encuentra apartado de Dios.
Podemos comparar el trabajo de Joel, una voz profética de Dios, comunicando el mensaje de salvación, al arrepentimiento, con la esperanza que muchos dejarán sus malos caminos pero sabiendo que el día del Señor vendrá.
Por Pr. Jesús Idrogo