Leer Santiago 2:14-19
Qué pensaría usted de una persona que hable de la siguiente manera:
“No hay nada comparable con el placer y provecho que obtenemos de hablar de las cosas de Dios, por ejemplo; de historia, de los misterios, milagros, prodigios y señales; ¿Dónde podrá hallar lectura tan deliciosa y tan dulcemente escrita como en las Sagradas Escrituras? Leer la escritura, lleva al hombre a tener conocimiento de la vanidad de la vida, de las cosas mundanas, pero también aprende de la necesidad del nuevo nacimiento, de la justicia de Cristo, de arrepentirse, creer, orar y sufrir. Pero también puede enterarse de cuáles son las grandes promesas y consuelos del Evangelio.”