Lee Hechos 17:24-25
Cada 14 de enero una parte de la población venezolana, sobre todo del estado Lara, participa en lo que llaman “el día de la divina pastora”, donde rinden culto a esta imagen del catolicismo. Algo semejante ocurre en el oriente del país el 08 de septiembre, por la conmemoración del “día de la virgen del valle”. También, en Brasil y otras partes del mundo, millones de personas se reúnen durante la época de carnaval, para rendir culto al “rey Momo” (dios de esta celebración pagana).
Como estas, podríamos seguir enumerando fiestas similares en todo el mundo, donde las personas rinden culto a imágenes. Pero, ¿son verdaderamente dioses? ¿Quién es verdaderamente Dios?
En una ocasión, el apóstol Pablo, observando (en Atenas) cómo los griegos rendían culto a varios dioses a través de diferentes esculturas, les expuso la auténtica identidad del Único y Verdadero Dios. El relato completo lo podemos leer en Hechos 17, pero los versículos 24 y 25 nos darán algunas luces con respecto a los atributos de Dios.
Dios es Creador y Todopoderoso.
“El Dios que hizo el mundo y todas las cosas que en él hay…”
Dios no es el resultado de una creación humana. Él no es el producto de una visión de alguien, ni es el trabajo bonito de un alfarero. Dios existe como un ser espiritual. Él es el principio de todas las cosas y el Creador de todo lo que existe. Él no fue hecho por nadie, sino que Él creó todo (lo que vemos y lo que no vemos).
Dios es Soberano
“…siendo Señor del cielo y de la tierra …”
Todo lo que existe le pertenece a Él y se rinde a Su voluntad. Como dice Paul Washer, en su libro “El Único Dios verdadero”: Él reina sobre todas las criaturas, actividades y cosas, desde la más grande hasta la más pequeña, por Su perfecta sabiduría, infinito poder y absoluta justicia. Él es libre de hacer todo según Su propia voluntad, y de hacerlo para Su gloria y placer.
Dios es Omnipresente
…no habita en templos hechos por manos humanas, ni es honrado por manos de hombres, como si necesitase de algo…”
Nuestro Dios está en todo lugar al mismo tiempo. Él no está confinado a un templo, una basílica, una montaña o una carroza. Toda la tierra está llena de Su gloria (Isaías 6:3).
Además, nuestro Dios no necesita ser llevado en brazos de ninguno, ni es adorado en un solo lugar. Él no necesita nada de nosotros; nosotros sí necesitamos TODO de Él.
Dios es el Dador de la vida
“…pues Él es quien da a todos vida y aliento y todas las cosas.”
El ser humano fue creado por Él y vive gracias al aliento de vida que el Señor le dio. No hay vida fuera de Dios, porque Él es la vida (Juan 14:6). ¿Quién tiene (o es) algo que Dios no le haya dado primero? Nadie. Dios es el dador de todas las cosas (Santiago 1:17).
Palabras finales
De lo expuesto anteriormente, entendemos que:
- Mucha gente adora a dioses que ellos mismos han creado. Nosotros adoramos al Dios Eterno y Todopoderoso, que nos creó a nosotros.
- Mucha gente adora a dioses que ellos tienen que vestir, cargar y sostener. Nosotros adoramos al Dios Justo y Misericordioso, que nos sustenta a nosotros.
- Mucha gente adora a dioses sin vida. Nosotros adoramos al Dador de la vida.
- Mucha gente adora a dioses, basados en el recuerdo de gente que ha fallecido. Nosotros adoramos al Dios Vivo y Real, que murió, resucitó y reina sobre todas las cosas.
¿Has creído realmente en el Único y Verdadero Dios? ¿Experimenta tu alma el gozo del Señor, al reconocer y recordar en Quién has creído?
¡Dios te bendiga!
Por Andres Parra