Devocional «El Mesías prometido»

Sacerdote perfecto

Profeta les levantaré de en medio de sus hermanos, como tú; y pondré mis palabras en su boca, y él les hablará todo lo que yo le mandare.

Deuteronomio 18:18

Antes de entrar a la tierra prometida, ya las instrucciones a los levitas para ejercer el sacerdocio estaban sobre la mesa. Dios les dijo que vendría un Profeta cuyas palabras serían sus propias palabras, levantado de entre el mismo pueblo de Israel. Este sería un Sacerdote perfecto e inmutable para siempre y con juramento de Dios. Hasta ese momento, los Sacerdotes eran hombres débiles que al morir debían ser reemplazados. Pero Dios prometió a uno que viviría para siempre y salvaría perpetuamente a quienes se acercaran a Dios por Él, como dice Hebreos 7:25. Ese sumo Sacerdote era y es Jesús, el Mesías prometido. Por tanto, debemos acudir a Él, ya que es el único mediador e intercesor entre Dios y el hombre. Solo Cristo nos puede llevar a la vida.

Devocional «El Mesías prometido»

Estrella resplandeciente

Lo veré, mas no ahora; Lo miraré, mas no de cerca; Saldrá ESTRELLA de Jacob, Y se levantará cetro de Israel, Y herirá las sienes de Moab, Y destruirá a todos los hijos de Set.

Números 24:17

Dios envió un mensaje profético a través de Balaam para anunciar la llegada del Mesías, quien sería la ESTRELLA que saldría de Jacob. Jesús se describe como la luz que iluminará nuestro camino de tinieblas y de sombra de muerte. Dios de antemano anunciaba la llegada del Salvador y un reino preparado por toda la eternidad. Hoy tenemos una verdadera esperanza y la mejor noticia que recibiremos, pues, Jesús vino al mundo a reconciliarnos con Dios y a salvarnos de la condenación eterna.

Devocional «El Mesías prometido»

Proclamación de su venida

Sabe, pues, y entiende, que desde la salida de la orden para restaurar y edificar a Jerusalén hasta el Mesías Príncipe, habrá siete semanas, y sesenta y dos semanas; se volverá a edificar la plaza y el muro en tiempos angustiosos.

Daniel 9:25

En el libro de Daniel también estaba predicho acerca del Mesías, pues son muchas las profecías que anunciaban la venida de un Salvador, anhelantes y esperanzados de ver la restauración del hombre caído y ver la gloria de Dios estableciendo su reino eterno en la tierra. Este breve paseo por los libros proféticos nos muestran la firme determinación de Dios de mostrar su amor y misericordia a la humanidad, mediante el nacimiento de un Mesías para que resplandeciera la luz en medio del pueblo que habitaba en tinieblas.

Devocional «El Mesías prometido»

La fe que justifica

En tu simiente serán benditas todas las naciones de la tierra, por cuanto obedeciste a mi voz.

Génesis 22:18

También Abraham recibió la buena nueva de que había de venir Cristo, maravillosa promesa cumplida a quien fue llamado padre de la fe, revelándole Dios que habría una simiente, una descendencia, que es Cristo, el en cuál seríamos justificados mediante la fe en él, como nos lo explica el capítulo tres de la epístola a los Gálatas. Por lo que no solo el pueblo de Israel sería bendecido por el Mesías prometido, sino también todas las naciones de la tierra y hoy día el número de hijos sigue creciendo, porque será multiplicada como las estrellas del cielo y como la arena que está a la orilla del mar.

Devocional «El Mesías prometido»

Preludio de la promesa

Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar.

Génesis 3:15

Desde que Adán y Eva pecaron Dios hizo una promesa de salvación para la humanidad a causa de su pecado, los profetas enviados anunciaron redención, un plan de salvación, por cuanto el pecado heredado apartó al hombre de su gloria y considerado enemigo, pero Dios rico en misericordia propició reconciliación a través de un Mesías, los evangelios de Lucas y Mateo nos dan detalles acerca de su nacimiento, Jesús, Hijo de Dios, durante este mes de diciembre recordaremos estas promesas desde la antigüedad ya cumplidas y que hasta hoy el plan sigue vigente, justificación gratuita por su gracia, mediante de la fe en Cristo Jesús.