Escrito por Jorge Boscan

3 de octubre de 2020

…y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.”

Mateo 28:20b RV60

El Señor les dice a sus discípulos antes de su partida al cielo, que no iban a estar solos, su compañía estaría con ellos todos los días hasta el fin del mundo. Sin embargo, mucho antes de pronunciar esta preciada promesa, el Señor Jesús en Juan 16:33, les advierte tanto a ellos, como hoy a nosotros, que enfrentaremos situaciones adversas, sufrimientos y aflicciones. Situaciones difíciles donde podríamos cuestionarnos: ¿Qué haremos? ¿Realmente está Dios conmigo?

Solo en la Palabra de Dios podemos encontrar respuestas en el tiempo de dificultad; pero muchas veces, no acudimos a las Escrituras y mucho menos clamamos al Señor. La fe es un aspecto esencial en la vida del cristiano, pues, es por fe que somos salvos, por la gracia de Dios y por la cual viviremos a partir de ese momento.

Nuestra fe se fortalece al creer y obedecer lo que el Señor nos muestra en Su Palabra; pero si permitimos que los sentimientos y circunstancias se antepongan a nuestra confianza en el Señor y sus promesas, nuestra fe se comienza a debilitar.

NUESTRA FE PUESTA A PRUEBA

«Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.«

Juan 16:33 RV60

Nuevamente el Señor nos advierte que tendremos aflicciones, sin embargo, encontramos dos aspectos importantes para la vida del creyente, primero que tengamos paz en Él; enfrentar problemas muchas veces nos hace perder la calma y por ende la paz, y esto sucede porque muchas veces “sentimos” que Dios nos ha desamparado y estamos solos, y nos preguntamos ¿qué haremos?. Esta fue la pregunta que el siervo del profeta Eliseo le dijo al ver el ejército Sirio, cuando tenía sitiada la ciudad en busca del Profeta.

«Y se levantó de mañana y salió el que servía al varón de Dios, y he aquí el ejército que tenía sitiada la ciudad, con gente de a caballo y carros. Entonces su criado le dijo: !!Ah, señor mío! ¿qué haremos? El le dijo: No tengas miedo, porque más son los que están con nosotros que los que están con ellos.»

2 Reyes 6:15-16 RV60

Ciertamente muchas veces no sabemos qué hacer, pero la paz en nuestras vidas va a depender de nuestra confianza en el Señor. Como hijos de Dios debemos entender que toda protección y provisión proceden de Él. El siervo le dice a Eliseo ¿qué haremos?, el profeta cuando le responde “no tengas miedo” le quiere decir: ten confianza en Dios, el hecho de que no veamos un ejército de ángeles alrededor nuestro, no quiere decir que estemos solos, o que no estamos bajo el abrigo del Altísimo.

«Y oró Eliseo, y dijo: Te ruego, oh Jehová, que abras sus ojos para que vea. Entonces Jehová abrió los ojos del criado, y miró; y he aquí que el monte estaba lleno de gente de a caballo, y de carros de fuego alrededor de Eliseo.«

2 Reyes 6:17 RV60

¿QUÉ HAREMOS?

Debemos clamar a Dios, el Salmo 145:18-19 lo expresa claramente: Cercano está Jehová a todos los que le invocan,A todos los que le invocan de veras.Cumplirá el deseo de los que le temen;Oirá asimismo el clamor de ellos, y los salvará.

Dios está cuidando de nosotros, sin embargo, permite situaciones difíciles en nuestras vidas, y debemos acudir siempre al Señor, con toda nuestra confianza depositada en Él. Note el énfasis del salmista: “los que le invocan de veras”. Promete escucharnos y salvarnos pero observe a “los que le temen”.

La oración de Eliseo apenas tiene dos frases, pero nos da dos grandes enseñanzas. La primera es como se dirige el profeta hacia Dios “te ruego”, esto indica reverencia, temor a Dios y una actitud de humildad. La segunda es su petición, “que abras sus ojos para que vea”, debemos ser instrumentos de Dios y orar por otros hermanos, para que el Señor permita que puedan ver las bendiciones con que Dios rodea sus vidas, en momentos que no pueden ver su protección, provisión y especialmente su amor.

CONOCER A DIOS EN EL VIVIR DIARIO

Es vital para todo hijo de Dios estudiar Su Palabra, y esto debe ir acompañado con la obediencia, y de esta manera nuestra fe pueda ser fortalecida. En el salmo 23 David se expresa de Dios como su pastor “Jehova es mi pastor” y entiende que nada le va a faltar, el confía en el cuidado y provisión de Dios.

El salmista expresa en el verso 2 “confortara mi alma”, muchas veces buscamos consuelo en lugares o personas equivocadas, lo cual, pudiera ofrecernos un confort efímero. La paz solo puede venir de Dios por medio de Su Palabra y Su Espíritu Santo.

Y en el verso 4, expresa que el temor no se apoderaría de él, aun cuando la muerte lo acechara, porque David tenía la convicción de la fidelidad de Dios en su vida, y confiaba en que Dios le guiaría (verso 3), y esta experiencia le permitía descansar en su Pastor en momentos difíciles. David no solo conocía a Dios por medio de la Escritura, sino también en el diario vivir.

CONCLUSIÓN

Debemos entender que Dios debe ser glorificado en las diversas pruebas por las que podamos pasar, muchas veces, no las comprenderemos, pero Él tiene un propósito por el cual hemos sido llamados, esto quiere decir, conforme al propósito de Dios y no al nuestro. Al entender su propósito y de acuerdo a Su Palabra, nos permitirá descansar en Él, conociendo que él Señor tiene control sobre toda situación. Nuestro compromiso es amarle y ser temerosos de Dios a través de la obediencia y santidad.

«Sabiendo que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.»

Romanos 8:28 RV60

Por Moisés Uzcátegui

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