Escrito por Jorge Boscan

11 de diciembre de 2021

Leer Lucas 2:8-14

En los próximos días el mundo estará celebrando la navidad, en la que supuestamente se conmemora el nacimiento de nuestro Señor Jesucristo. Y aunque no tenemos la certeza de cuál haya sido el día exacto en la que Jesús nació, hay una fecha tradicional arraigada en la mente del mundo occidental y en nuestra sociedad, donde se ha dicho que fue el 25 de diciembre. Sin embargo, considero que todos los creyentes debemos celebrar el nacimiento de nuestro Señor Jesucristo, no sólo en este mes de diciembre, sino en cualquier época del año. Porque si hay un evento en la historia de la rendición, que debe ser celebrado, es la encarnación de la segunda persona de la Trinidad; porque es el único nacimiento en todo el universo, digno de ser recordado, adorado, alabado, cantado y exaltado por su iglesia. Por haber recibido de Dios Padre, el regalo más Preciado, encarnar a su hijo, para darnos salvación.

En el pasaje de Lucas 2:8-14, encontramos la letra del primer himno navideño que alguna vez fue compuesto, como decía un predicador, para meditar en el verdadero significado de la navidad ¿Para qué vino Jesús al mundo? ¿Qué fue lo que Dios llevó a cabo con la encarnación de Su Hijo? Ese es el tema del canto de alabanza angelical que encontramos en Lucas 2:14.

«Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz, entre los hombres que Él se complace»

Lucas 2:14

De acuerdo a este pasaje, Cristo nació para la gloria de Dios y para traer paz a los hombres. En otras palabras, nosotros recibimos un beneficio inmerecido por causa de su nacimiento. Sin embargo, el foco central del mensaje angelical es la gloria de Dios y no el beneficio nuestro.

LAS BUENAS NUEVA DEL ÁNGELA LOS PASTORES

Lucas nos narra en este pasaje que los primeros en enterarse del nacimiento de Jesús fue un grupo de pastores que se encontraban como en un día cualquiera, velando en el campo a cielo abierto por sus ovejas. Es interesante, porque en los días de Jesús, los pastores pertenecían a una clase despreciada en Israel. Por un lado y debido a la naturaleza de su oficio, era prácticamente imposible que observaran todas las reglas de purificación de la ley mosaica y la que los rabinos habían añadido a la ley. Ya por esta razón eran visto como inmundos; por otro lado, eran personas que tenian fama, como dice un comentarista, de ser gente poco confiables, tanto así, que su testimonio en los tribunales no era creíble. Sin embargo, a Dios le plació, como siempre, escoger a lo más despreciables del mundo para mostrar su gloria. Lucas dice:

Y he aquí, se les presentó un ángel del Señor, y la gloria del Señor los rodeó de resplandor; y tuvieron gran temor.

Lucas 2:9

Esta visión de la gloria de Dios, obviamente trajo a este grupo de pastores un gran temor. Pero el ángel les dice que no había razón para temer, porque le habían traído una noticia, un mensaje de gran gozo. Y ese mensaje era:

Nos ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor.

Lucas 2:11

En otras palabras, el ángel le dice a los pastores, les ha nacido hoy, en la ciudad de Belén. El Mesías anunciado por los profetas, el gran rey que habrá de sentarse en el trono de David. Y como para dar veracidad a su mensaje el ángel le dice lo siguiente:

Esto os servirá de señal: Hallaréis al niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre.

Lucas 2:12

Muchos en estos días, recrean la escena del pesebre con adornos y figuras alusivas al nacimiento de Jesús. Y quizás esto le reste significado a lo que Lucas nos quiere decir. Porque ningunos de esos belenes tienen olor. En los tiempos de Jesús, habían mesones y por lo general eran de dos plantas, comúnmente las personas se hospedaban en la parte de arriba y abajo dejaban a sus animales, lo que hacía que el lugar fuera de muy mal olor y poco higiénico. Es interesante destacar esto, porque en el momento que María le dan dolores de parto, no había lugar para ellos, porque la ciudad estaba abarrotada de personas, producto de la movilización que había provocado el edicto de Herodes sobre el empadronamiento. Por esto, cuando José y María, van a buscar un lugar seguro para que Jesús naciera, el mesero les dice: «no hay lugar, excepto en el establo», lugar donde guardaban a todos los animales de los huéspedes. Imagine esta escena, el ángel le dice a los pastores, el Rey ha nacido, pero no lo encontrarán en el Palacio de Herodes; sino en un pesebre rodeados de animales. Y mientras el ángel aún daba el mensaje Lucas dice:

Que repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales, que alababan a Dios, y decían: Gloria a Dios en las alturas, Y en la tierra paz, entre los hombres en quién él se complace.

Lucas 2:13-14

Es en este canto de alabanza, donde se nos revela los dos grandes propósitos del nacimiento de Jesús.

1) CRISTO NACIÓ PARA LA GLORIA DE DIOS

Para entender realmente el significado de la navidad, debemos tomar como punto de partida la gloria de Dios. Alguien dijo: «Nosotros no podemos apreciar realmente lo que significa el nacimiento de Cristo para los hombres, a menos que apreciamos primero lo que significó este evento para Dios mismo.

¿Qué significa: Cristo nació para la gloria de Dios?

En primer lugar, el nacimiento de Cristo nos muestra en una forma sorprendente la justicia infinita de Dios. En otras palabras, el Dios eterno se encarnó porque no puede pasar por al alto nuestra justicia. Es allí a lo que hace referencia el apóstol Pablo, al escribir:

Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.

Romanos 5:8

Quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras.

Tito 2:14

Estos textos nos revelan que Cristo, se encarnó para asumir nuestra culpa, restaurar nuestras personalidades dañadas por el pecado, para volvernos al diseño original, para el cual fuismos creados, glorificar a Dios y gozar de Él por siempre.

En segundo lugar, el nacimiento de Cristo, es un despliegue indescriptible de bondad, compasión, misericordia y amor por parte de Dios.

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.

Juan 3:16

Este pasaje tan conocido, memorizado y predicado, muestra el gran amor del Padre. Que estuvo dispuesto a desprenderse de lo que él más ama, para salvar a personas que lo odiaban, seres que merecen ser condenados. Pero, «DE TAL MANERA AMÓ DIOS AL MUNDO.»

En esta época del año, a pesar de que el mundo recuerda el nacimiento de nuestro Señor Jesucristo, este suele ser opacado por la codicia y el materialismos, perdiendo de vista el verdadero significado de la navidad, el cual fue y será por siempre para la Gloria de Dios.

2) CRISTO VINO AL MUNDO PARA TRAERNOS PAZ

os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor.

Lucas 2:11

En este texto, el ángel anunció a los pastores el cumplimiento de la profecía dada unos cuantos siglos antes por el profeta Isaías.

Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz.

Isaías 9:6

Ese niño envuelto en pañales y metido en un pesebre, es el Dios fuerte, admirable y Príncipe de paz. El cual nos vino a traer paz, y no una paz temporal ni momentánea, sino una paz que el mismo profeta Isaías describe; como una paz que no tendría límites. (Isaías 9:7). Porque es una paz que no depende de nuestras circunstancias, sino que depende del hecho de que nosotros hemos sido reconciliados con Dios. Alguien preguntará.

¿Qué tipo de paz es esta?

Un comentarista da una respuesta interesante a esta interrogante diciendo: «Es la paz con Dios, la que nos permite experimentar la paz de Dios.»

Por tal propósito Jesús vino al mundo, para que nosotros podamos disfrutar de esa paz con Dios, que trae como resultado experimentar en nuestros corazones la paz de Dios. Uno de los pasaje que hacen alusión a esta gran verdad es Romanos 5:1.

Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo;

Romanos 5:1

Lo que quiere decir, que por causa de la obra redentora de Jesús en la cruz, Dios dejó de ser nuestro enemigo, Dios dejó de ser nuestro juez y ahora es nuestro Padre.

Otros de los pasaje que hablan de esta paz, que no depende de las circunstancias está en Juan 14:27, Jesús estando a horas de ser arrestado por sus enemigos y les dice a sus discípulos:

La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.

Juan 14:27

Por esto el mundo no consigue paz en la tierra, porque no quiere darle gloria ni obedecer al príncipe de paz y jamás podra experimentar paz en su corazón, apartados del magnífico Dios de paz.

También es importante tomar en cuenta, que esa paz que proviene de Dios continuamente va a hacer atacada, por el miedo, el temor y la ansiedad. Por esto el apóstol Pablo, les escribió a los hermanos de Filipo diciendo:

Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.

Filipenses 4:6-7

Conclusión

El nacimiento de nuestro Señor Jesucristo, es para la gloria de Dios y beneficio de su pueblo. Porque Dios es glorificado y nosotros bendecidos por la venida del Salvador. Y ahora vivimos para su gloria y disfrutamos de su paz. Quisera terminar esta reflexión con la bendición que Pablo le da a los hermanos en Roma.

Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo.

Romanos 15:13

Por Pr. Denys Payen

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