Escrito por Jorge Boscan

24 de septiembre de 2020

¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras! Más que la miel a mi boca.

Salmos 119:103

En septiembre del año 1569, la Biblia fue impresa por primera vez en castellano, llevando por título: la Biblia del Oso, por su carátula. Por tal razón, en Latinoamérica se conmemora el mes de septiembre como el mes de la «BIBLIA», dando honor y gloria a Dios, valor y reconocimiento a aquellos hombres que no descansaron hasta cumplir la misión encomendada por el Señor. Quienes exponiendo sus vidas lucharon sin desmayar, por causa del Evangelio y la Palabra de Dios, confiando y siendo fortalecidos en Dios hasta alcanzar el objetivo: «Que la tierra fuera llena del conocimiento de Dios». En el siguiente artículo veremos lo importante, magnífico y benefactor, que puede ser este preciado libro llamado «la Biblia», el cual es un tesoro al que lo posee, si le da el valor y la importancia que merece.

¿Qué es la Biblia?

Es el libro que contiene la mente de Dios, es más cortante que una espada de doble filo, es espiritual, es eterna, es verdadera, sin errores. Muestra el estado del hombre, el camino de la salvación, la perdición de los pecadores y la felicidad de los creyentes. Su enseñanza es santa, sus mandamientos tienen autoridad absoluta, sus historias son verdad, sus decisiones son inmutables. Cristo es el tema principal y la gloria de Dios su fin. Es el mapa del viajero, la vara del peregrino, la brújula del piloto, la espada del soldado. Es consuelo para el abatido, lumbrera a nuestro camino, es el pan espiritual y más dulce que la miel al paladar.

¿Por qué es importante la Biblia en la vida del creyente?

  1. Porque es infalible en su totalidad: «La ley de Jehová es perfecta, que convierte el alma; El testimonio de Jehová es fiel, que hace sabio al sencillo» Salmos 19:7
  2. Porque es inerrante en toda sus partes: «Toda palabra de Dios es limpia; Él es escudo a los que en él esperan. No añadas a sus palabras, para que no te reprenda, Y seas hallado mentiroso» Proverbios 30:5-6
  3. Porque es completa: «Yo testifico a todo aquel que oye las palabras de la profecía de este libro: Si alguno añadiere a estas cosas, Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este libro. Y si alguno quitare de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida, y de la santa ciudad y de las cosas que están escritas en este libro» Apocalipsis 22:18-19
  4. Porque tiene la autoridad final: «Para siempre, oh Jehová, Permanece tu palabra en los cielos» Salmos 119:89
  5. Porque es totalmente suficiente para sus necesidades: «Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra» 2 Timoteo 3:16-17
  6. Porque llevará a cabo lo que promete: «así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié» Isaías 55:11
  7. Porque provee la certeza de la salvación: “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios.» Efesios 2:8.

¿Qué beneficio tiene el estudiar la Biblia?

Ciertamente en todo el mundo, anualmente se imprimen millones de páginas de multitud de contenidos. Miles de libros son publicados, las redes sociales a diario son cargadas de informaciones de diferente índole. Aun así, con la ayuda de diferentes equipos tecnológicos, hoy día la Biblia sigue siendo la única fuente de poder y soporte que puede sustentar la vida del Cristiano en su «caminar diario con Dios». Beneficiando de una manera sobrenatural a aquellos que la estudian. Dándole ánimo, fortaleza, valentía, denuedo y hermosas promesas significativas como estas:

«Muchas son las aflicciones del justo, Pero de todas ellas le librará Jehová»

Salmos 34:19.

«Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús»

Filipenses 4:19

«Yo soy Jehová tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha, y te dice: No temas, yo te ayudo»

Isaías 41:13

«No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí»

Juan 14:1

¿Cuál debe ser nuestra respuesta como creyentes de la Biblia?

Debido a que la Biblia es tan importante y a que proporciona beneficios eternos sin paralelo, estas deben ser nuestras respuestas ante ella como creyentes.

  1. Desearla como niño recién nacido: “Por tanto, desechando toda malicia, y todo engaño, e hipocresías, y envidias y toda difamación, deseen como niños recién nacidos, la leche pura de la palabra, para que por ella crezcan para salvación” 1 Pedro 2:2
  2. Recibirla con humildad: “Por lo cual, desechando toda inmundicia y todo resto de malicia, reciban ustedes con humildad la palabra implantada, que es poderosa para salvar sus almas” Santiago 1:21
  3. Obedecerla: “Sean hacedores de la palabra y no solamente oidores que se engañan a sí mismos” Santiago 1:22
  4. Sostenerla firmemente: “Para que sean irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin tacha en medio de una generación torcida y perversa, en medio de la cual ustedes resplandecen como luminares en el mundo, sosteniendo firmemente la palabra de vida” Filipenses 2:15-16
  5. Predicarla: «Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su reino, que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina» 2 Timoteo 4:1-2

Conclusión

En abril de 1521, Martín Lutero apareció frente a sus acusadores eclesiásticos en la Dieta de Worms. Le habían dado el ultimátum para que se retractara de su sólida fe en la suficiencia y perspicuidad de las Escrituras. Se dice que Lutero respondió de la siguiente manera:

«A menos que esté convencido por las Escrituras y la razón simple, no acepto la autoridad de los Papas y concilios, ya que se han contradicho entre sí mismos. Mi conciencia está cautiva por la Palabra de Dios… ¡Dios me ayude! Esta es mi posición»

¡Amados hermanos! Al igual que Martín Lutero, Dios nos ayude a tener la conciencia cauterizada por la Palabra de Dios, por encima de las dudas interiores y las amenazas externas. Dios nos ayude a ser defensores leales de la fe. Dios nos ayude a permanecer de pie en medio de las diversas circunstancias por la que nos toque atravesar. Dios nos ayude a confiar plenamente en su Palabra y soberana voluntad. Dios nos ayude amar, leer, meditar, predicar, valorar y obedecer su santa y bendita Palabra, teniendo presente que:

«El cielo y la tierra pasarán, pero sus palabras no pasarán»

Mateo 24:35

Denys Payen

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