Devocional «El Mesías prometido»
Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno, los muchos serán constituidos justos.
Romanos 5:19
En la vida, como en todo, siempre hay un antes y un después, desde la creación el hombre tenía a su disposición todo lo que necesitaba para vivir, incluso el hombre tenía lo más importante, gozaba de la presencia y comunión con Dios, quien además de darle todo, se había encargado de poner en sus manos lo creado para que Adán junto a Eva cuidarán e hicieran prosperar todo a su alrededor y tuviesen una vida tranquila, en paz y feliz a su lado. Después de la caída del hombre, el pecado entró al mundo; Adán y Eva pecaron contra Dios, le desobedecieron y fueron destituidos de su presencia. Sin embargo, Dios, rico en amor y movido en misericordia por su gracia, no le pagó al hombre conforme a sus obras, pues este era el inicio de su gran plan redentor «para que así como el pecado reinó para muerte, así también la gracia reine por la justicia para vida eterna mediante Jesucristo, Señor nuestro» Romanos 5:21.
Iniciamos este último mes del año, donde la mayor parte del mundo celebra el nacimiento del niño Jesús; recordando no solo el nacimiento de este niño, que si bien es cierto, no sabemos con exactitud cuándo nació, sino también su vida y su propósito en este mundo, Jesús el Cristo, nuestro Redentor y Salvador. Es por ello que durante este mes estaremos recordando y compartiendo las profecías que anunciaban la llegada de Jesús, su vida y el plan de salvación de Dios para todos nosotros, a través de nuestro único y verdadero Salvador Jesucristo Dios, a quien sea la Gloria por los siglos de los siglos. Amén.