Devocional: «El Mesías prometido»

Príncipe de Paz

Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz.

Isaías 9:6

El profeta Isaías proclama la llegada de un niño como un regalo de Dios, quien poseería cualidades especiales. Admirable en sus acciones, sabio en su consejo, fuerte como un Dios victorioso, eterno como un padre sin principio ni fin, y un príncipe de paz que reconciliaría a la humanidad. Este redentor, Jesús, nacido en Belén de la virgen María por obra del Espíritu Santo, donde reposaría la soberanía sobre sus hombros, para extenderla así por todo el mundo junto con su amor, fidelidad y paz. ¡Oh cuán amor inagotable!

Devocional: «El Mesías prometido»

La Luz del mundo

‭‭El pueblo que andaba en tinieblas vio gran luz; los que moraban en tierra de sombra de muerte, luz resplandeció sobre ellos.

Isaías 9:2

Dios prometió vida y salvación a través de Jesucristo a un pueblo que vivía en medio del engaño y la falsedad, que vivía en oscuridad y muerte espiritual. Jesús era esa promesa, aquella luz que vendría a iluminar y resplandecer en el mundo.Tiempo después está profecía fue cumplida en Jesús, cuando habló a sus discípulos y les dijo: Yo, la luz, he venido al mundo, para que todo aquel que cree en mí no permanezca en tinieblas (Juan 12:46). No obstante, esa Luz vino al mundo pero el mundo prefirió seguir viviendo en tinieblas, sus ojos estaban cegados, amaron más las tinieblas que la luz.Pero gracias sean dadas a Dios, porque como dice Efesios 2:1, Él dió vida a los creyentes, cuando estábamos muertos en nuestros delitos y pecados. Cada día necesitamos de esa luz admirable que es Cristo.

Devocional: «El Mesías prometido»

La concepción

Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel.

Isaías 7:14

Una profecía antigua, revelada al profeta Isaías, anunciaba una señal extraordinaria que vendría del cielo. Según el plan divino, el Mesías sería concebido y nacido de una mujer especial, elegida por Dios para esta importante y significativa misión. Esta mujer, María, fue favorecida y privilegiada de ser la escogida. Lo asombroso de este suceso es que María concibió siendo virgen, por obra del Espíritu Santo. El niño, cuyo nombre significaría «Dios con nosotros» (Emanuel), sería llamado Jesús, tal como lo indicó el ángel Gabriel, porque Él salvaría a su pueblo de sus pecados.

Devocional: «El Mesías prometido»

Belén, cuna del Rey

Pero tú, Belén Efrata, pequeña para estar entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel; y sus salidas son desde el principio, desde los días de la eternidad.

Miqueas 5:2

Dios escogió un pueblo pequeño y menospreciado, preparado desde hace mucho tiempo, para que allí naciera el Salvador del mundo. Aún el pesebre en el que fue puesto al nacer fue providencia de Dios. Esta profecía detalla que su nacimiento no fue un simple comienzo, ya que nuestro Salvador, que es el mismo Dios, existe desde la eternidad. El cumplimiento de esta profecía muestra el gran amor y misericordia de Dios a los hombres, al enviar un Mesías.

Devocional «El Mesías prometido»

Descendencia de valor

Saldrá una vara del tronco de Isaí, y un vástago retoñará de sus raíces.

Isaías 11:1

El plan de salvación de Dios estaba perfectamente orquestado antes de la fundación del mundo. Escogió a hombres como Abraham, Booz y David, cuyos corazones albergaban amor hacia Él. Abraham fue un hombre de fe, Booz fue un redentor que prefiguraba la redención a través de Cristo, y David fue un Rey conforme al Corazón de Dios. El evangelista Mateo relata la genealogía de Jesucristo, el Rey perfecto, el cordero inmolado, la vara del trono de Isaí, el Mesías de la promesa de salvación en quien reposaría el Espíritu de inteligencia, sabiduría y poder. El creyente, al ver el cumplimiento de la primera venida del Señor, debe animarse a vivir esperanzado y confiado en su segunda venida. El Señor ha cumplido y cumplirá sus promesas. Su palabra permanece para siempre. ¡Aleluya!

Devocional «El Mesías prometido»

Sacerdote perfecto

Profeta les levantaré de en medio de sus hermanos, como tú; y pondré mis palabras en su boca, y él les hablará todo lo que yo le mandare.

Deuteronomio 18:18

Antes de entrar a la tierra prometida, ya las instrucciones a los levitas para ejercer el sacerdocio estaban sobre la mesa. Dios les dijo que vendría un Profeta cuyas palabras serían sus propias palabras, levantado de entre el mismo pueblo de Israel. Este sería un Sacerdote perfecto e inmutable para siempre y con juramento de Dios. Hasta ese momento, los Sacerdotes eran hombres débiles que al morir debían ser reemplazados. Pero Dios prometió a uno que viviría para siempre y salvaría perpetuamente a quienes se acercaran a Dios por Él, como dice Hebreos 7:25. Ese sumo Sacerdote era y es Jesús, el Mesías prometido. Por tanto, debemos acudir a Él, ya que es el único mediador e intercesor entre Dios y el hombre. Solo Cristo nos puede llevar a la vida.