La sabiduría terrenal vs la sabiduría celestial
Unas de las preguntas que como padre le hacemos a nuestros hijos es: ¿Qué van hacer cuando crezcan?. Cuenta la historia que en cierto lugar, los padres para saber que van hacer de sus hijos cuando crezcan, colocan en una mesa una botella de vino, un paquete de dinero y una Biblia, y se esconden detrás de una puerta a esperar lo que el niño va hacer.
LA IGLESIA HACIA EL CUMPLIMIENTO DE SU MISIÓN
Hace algunos años salió un libro llamado Refinemos la perspectiva de la iglesia, de Gene Getz, en este libro el autor nos alienta a mirar la funcionalidad de la vida de la iglesia a través de tres grandes lentes: Las Escrituras, la historia y la cultura. Y sin duda la iglesia, a lo largo de su existencia, siempre ha presentado desafíos que alcanzar y dificultades que vencer en su avance. Nos alegra también saber que el mismo Señor predijo la existencia y la expansión victoriosa de su iglesia, aun ante la oposición de las mismas fuerzas del maligno (ver Mateo 16:18-19).
La Gran Comisión o Misión
Cada vez que nos preguntan, ¿Cuál es la misión de la iglesia? La respuesta está resumida en los pasajes de la Gran Comisión en el evangelio de Mateo….
La iglesia y la juventud en la misión
Entender la identidad y la misión de la iglesia, nos debe generar una gran responsabilidad y compromiso por lo que Dios ha hecho en nosotros; Él nos hizo parte de su pueblo, nos escogió desde el principio y nos santifica, y estas son algunas de las cosas que el Señor ha hecho con su iglesia.
La identidad y misión de la iglesia
La Iglesia ha sido a través de los tiempos, el instrumento que Dios ha utilizado en su soberana voluntad, para manifestar su gloria y poder. Dios le ha concedido el privilegio de dar a conocer su glorioso evangelio, partiendo desde Jerusalén hasta lo último de la tierra (Hechos 1:8). Dotándola de un poder sobrenatural, que ni las puertas del infierno podrán contra ella (Mateo 16:18). Es tanto, el amor que el Señor tiene por ella, que dio su vida para redimirla de sus pecados, y actualmente la santifica y purifica por medio de su Palabra, a fin de presentarse a sí mismo, una iglesia que no tenga manchas ni arrugas (Efesios 5:25-27). En el siguiente artículo estaremos estudiando la identidad y la misión de esa gloriosa iglesia escogida por Cristo.
Misioneros con un llamado
Hablaba con un hermano que ahora reside fuera del país, y después de una larga conversación, concluimos que en el pasado, mirábamos con regocijo y satisfacción a aquellos hermanos que desde las iglesias alzaban sus manos para ir a cumplir la labor misionera fuera de nuestras fronteras; era, sin duda alguna una acción de valor y fe de parte de quienes lo hacían; pues, dejaban la bonanza y estabilidad económica que brindaba en aquel entonces nuestro país, para embarcarse en misiones que les colocarían en países con alta persecución cristiana y con mucha falencias económicas y sociales.
¡Ten cuidado de la lengua!
En los capítulos anteriores, Santiago, habló sobre la importancia de las relaciones entre los creyentes, considerando temas como, «Dios prueba la fe por medio de las dificultades de la vida», «Dios no prueba la fe por medio del mal»; después vimos que «Dios prueba la fe por medio de La Palabra y no por medio de las palabras humanas»; otro tema considerado fue que «Dios prueba la fe por medio de nuestra actitud y acciones con respecto a las personas». Llamando nuestra atención, a no hacer acepción de personas (Sgto.2:1).Y, por último, en el capítulo 2, «Dios prueba la fe por medio de las buenas obras». Concluyendo, que el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta.
Dos ejemplos fe y obras
En el contexto de la epístola de Santiago, sus palabras dulces y sazonadas de amor, a las doce tribus que estaban esparcidas, como “Hermanos míos”, “mis amados hermanos” nos dice en un sentido pastoral, de ánimo a la iglesia que estaba siendo perseguida, y en un sufrimiento constante (vv. 1:2); les invita a depender más de Dios.
La verdadera Fe produce buenas obras
«No hay nada comparable con el placer y provecho que obtenemos de hablar de las cosas de Dios, por ejemplo; de historia, de los misterios, milagros, prodigios y señales; ¿Dónde podrá hallar lectura tan deliciosa y tan dulcemente escrita como en las Sagradas Escrituras? Leer la escritura, lleva al hombre a tener conocimiento de la vanidad de la vida, de las cosas mundanas, pero también aprende de la necesidad del nuevo nacimiento, de la justicia de Cristo, de arrepentirse, creer, orar y sufrir. Pero también puede enterarse de cuáles son las grandes promesas y consuelos del Evangelio.»
El pecado de «favoritismo»
En el capítulo anterior, Santiago exhorta a los fieles creyentes, y les ordena: “sed hacedores de la palabra, y no solamente oidores que se engañan a sí mismo”, Él dice que no basta con conocer la Escritura o la enseñanza piadosa. El simple conocimiento es algo inútil, de hecho, es aún peor que algo inútil, porque quien piensa que conocer la Biblia convierte a alguien en piadoso se engaña a sí mismo. Al contrario, lo que le hace piadoso es el ser hacedores de la palabra. Entonces, la enseñanza de Santiago es mirar atentamente a la ley perfecta de Dios, ley de la libertad, y permanecer en ella, es lo que debe ser obedecido. Esto es interpretado en el AT, junto con las demás enseñanzas. La bendición, no es oír de las palabras sino obedecerla y será bienaventurado (Mateo 7:24-27).